Todo comenzó con una idea simple pero visionaria: imaginar un cierre de plástico práctico, reutilizable y universal. Una innovación nacida para simplificar lo cotidiano, que con el paso de los años se ha convertido en un estándar imprescindible del embalaje reutilizable y responsable.
Al principio, nuestras bobinas se entregaban en carretas, mucho antes de los camiones modernos.